Factores que las empresas deben tomar en cuenta en año de crisis

Los años de crisis financiera no sólo son catástrofes que se enfrentan con miedo y desesperación, también representan momentos para replantear, tomar impulsos nuevos y aprender de que en los negocios no todo son ganancias, algunas veces también hay que contenerse y resguardar capitales para tiempos mejores.

 

Analizar el escenario

En cualquier momento, exista una crisis real o no, caer en pánico por simples rumores es una mala decisión que puede incluso alejar a los clientes e inversionistas y dejar a cualquier empresa en el caos de una crisis creada.

Cuando hay rumores de problemas financieros o recesión, lo primero hacia donde apuntan los expertos es al análisis de la coyuntura económica, política y social para determinar cuáles son los riesgos reales y hacer un mapa de los posibles escenarios.

Reconociendo la crisis como un futuro posible es más fácil que una empresa pueda resguardarse, contener su capital, asegurar a sus clientes y no hacer inversiones arriesgadas en un momento en que todo podría desbordarse.

Oportunidades en el abismo

Muchas empresas basan su éxito financiero en hacer inversiones durante la crisis. Por supuesto eso no significa derrochar y generar deudas para la empresa, más bien se trata de poner atención en los rubros que, por temor, nadie toma durante las contracciones financieras, debido a que los precios entonces serán mucho más bajos y será menos arriesgado invertir o fusionarse.

Bajo esta misma filosofía nada hay como generar y acumular activos en los buenos tiempos, para salir a invertir en la crisis cuando todos estén escondidos resguardando sus capitales.

Aprovechar para hacer cambios

La crisis es una especie de pausa en los negocios, ya que todos resguardan su dinero y se sientan a ver pasar el huracán. Entonces, ese momento es aprovechable para hacer cambios profundos en la empresa, que generen eficiencia de recursos y nuevas opciones de producto para ofrecer.

Grandes emporios empresariales han logrado sus mejores aciertos durante recesiones o crisis financieras, debido a que en un afán de sobrevivencia han tenido que sentarse a reconstruir sus estrategias, pensar desde cero en un nuevo panorama y trabajar en eso para llegar al éxito.

Inclusive es en esos momentos cuando se pueden encontrar clientes estratégicos a la vuelta de la esquina, aquellos que busquen sitios para invertir en un mundo temeroso y proteccionista.

Ser parte del cambio

Las grandes crisis económicas son las que, en buena parte de la historia, han modificado el rumbo de la humanidad y han impuesto nuevos modelos financieros. Es así que una empresa que busca la sobrevivencia en la recesión tiene que estar consciente de que no vale quedarse escondido protegiendo los billetes, hay que salir afuera, entender qué está pasando y plantear nuevas cosas desde esa perspectiva, por muy complicado que parezca.

Una empresa que no participe en el cambio no va a sobrevivir, porque cuando la crisis termine su capital estará devaluado y su sistema fuera de la orbita regente.

Trabajar sobre la productividad

Internamente una empresa siempre podrá hacer que sus procesos sean mucho más eficientes y efectivos. Cuando llega la crisis la mayoría piensa en los recortes, eliminar gastos innecesarios y personal para sacar adelante los números rojos. Sin embargo, una solución mucho menos radical y que no pone en peligro el sustento de muchas familias es observar cómo se puede ser más productivo.

Trabajar sobre la productividad significa sacarle jugo a lo que ya se tiene, evitar las pérdidas, ahorrar con el material en stock, reducir costos y hacer mucho más óptimo el presupuesto. Eso no significa que así tenga que ser para siempre, pero sí augura un futuro a mediano y largo plazo, aún con crisis.

No esperar ganancias

Es demasiado iluso pensar en generar ganancias en época de crisis. Una empresa bien guiada observa un año de crisis como una oportunidad para salvarse, crear estrategias que le permitan salir a flote y lo mejor librada posible, aun cuando por un buen rato no vea números a su favor en las finanzas.

Muchas veces esa puede ser la diferencia entre sobrevivir o ir a la quiebra, ya que el afán de generar riqueza puede ser tal que ponga en peligro lo que ya se tiene.